¿Licitación Escrupulosa? Gino Costa Ciudad Nuestra El Alcalde Castañeda rompió su silencio. Hubiera sido mejor que se quedara callado, pues no habría insultado a miles de bodegueros por tener una mentalidad pequeña, como la de sus críticos. El Alcalde de mentalidad grande, es decir, con visión de estadista y experiencia gerencial, ha afirmado que no es cierto que la licitación haya quedado trunca, sino que tan solo ha sido cancelada. Y lo ha sido, según él, no por la incompetencia de sus funcionarios en Protransportes, sino porque ha actuado con escrupulosidad. También ha afirmado enfáticamente que esta decisión no retrasará el inicio de operaciones del Metropolitano, programado para julio del 2009, como sus críticos sospechan. Y, para variar, ha concluido su preparada y fugaz reaparición pública echándoles la culpa a sus antecesores, que no habrían hecho nada al respecto. A decir verdad el proceso ha sido manejado por el Alcalde con los pies, y no solo en su fase final, como hoy ya resulta obvio, sino desde el comienzo. En más de cuatro años de funcionamiento Protransportes ha contado con seis directorios y no ha logrado armar un equipo gerencial de primer nivel por la falta de concursos públicos, la preferencia por personajes de su círculo íntimo y los constantes cambios. Ello explica los problemas suscitados con las bases de la licitación y sus múltiples modificaciones, así como los sucesivos retrasos. Hay que recordar que el proceso estaba encaminado hace más de cinco años cuando Andrade le cedió la posta a Castañeda. Sin embargo, éste tenía otros planes y le tardó casi dos años apreciar las bondades del proyecto, que tiene financiamiento asegurado del Banco Mundial y del BID desde el 2004. Aportes suyos, como la Estación Central, también contribuyeron tanto a los retrasos como al incremento de los costos. La licitación para la concesión del servicio de buses articulados se inició en julio del 2006 con la idea de que concluyera en enero del año siguiente. Su anulación casi dos años después de iniciada podría retrasar el proceso otro tanto. Aunque la próxima licitación tomara la mitad de tiempo que la anulada, lo que a estas alturas no tenemos porque suponer, no hay forma que el Alcalde cumpla con los plazos ofrecidos, porque los buses hay que mandarlos a construir con anticipación y son nada menos que 352 para las rutas troncales y otros tantos para las rutas alimentadoras. A esto hay que sumar las licitaciones pendientes -paralizadas inexplicablemente- para la construcción de los paraderos y las terminales; la concesión del sistema de recaudo (cobro de pasajes); y, la concesión del servicio en las vías alimentadoras. Además, es preciso racionalizar las actuales rutas de transporte que suman más de 500, pues sin ella el Metropolitano no puede funcionar. Aunque fue ofrecida para fines del 2006 y luego pospuesta para julio del 2007, la racionalización de rutas acaba de ser postergada hasta fines del 2009. Al paso que vamos no existe ninguna posibilidad de que el Metropolitano comience a operar a mediados del próximo año, aunque el Alcalde diga lo contrario. Sobre todo mientras no proceda a un cambio radical de su equipo en Protransportes, que preside nada menos que su Gerente Municipal, es decir, su número dos, su brazo derecho en el Municipio. Mientras tanto, seguimos esperando que publique la resolución que declara la nulidad de la licitación, que aun no ha sido dada a conocer a pesar de que la medida fue anunciada el pasado jueves 13. ¿Será que todavía está siendo redactada? ¿O será un exceso de escrúpulos de su parte?
Lima, 18 de marzo de 2007
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